lunes, 18 de julio de 2011

La cocina limpia, el piso reluciente. No sólo leche, una cena completa cocinada y la mesa puesta para uno.
Si vuelve a ensuciarse volveré a limpiarla. Volveré a sentarme a la mesa a disfrutar de una comida.

domingo, 17 de julio de 2011

This Scent

Some things change every second
Some others will never change
Some things worth fighting for
Some others just deserve to be abandoned.

At this dark our I have much of all of it
A lot of the essence of past days still remains, but
Across the hole room there are pieces
A woman's scent

One wonderful perfume, from the future
Only a piece is enough to make me travel far away
Occasional shiver in my back
Oh God... I Want it

Why do I want it?
Where is it?
Who is she? the owner of such a scent
Where can I find her?

Come to me, don't leave me here
Captive of this without knowing you
Come, be mine
Call my name, if you know it

Be mine
Be only mine
Become this scent my air to breathe
Be that thing that worth fighting for

Hear me
Here I call you
Hunt me no more
Hold me in your embrace for eternity

miércoles, 13 de julio de 2011

Bajo la lluvia

Miles de gotas de agua, una lluvia copiosa, tormenta totalmente descontrolada. A lo lejos un trueno, con su voz ronca y profunda llama mi nombre. Pero ¡corro!... tan rápido que mi corazón parece ser el agitar de alas de un colibrí. Es frío, refrescante sentir el aire frío entrando a mis pulmones, enfriando mi pecho apasionado.

Cada milímetro de mi camino está lleno de agua, recorro metro tras metro a una velocidad vertiginosa. Siento gotas de lluvia chocar contra mis ojos, corre un río por mi cabello y cae una cascada desde mi frente. ¡Correr! más rápido... sin destino, sólo correr entre la lluvia.

Siento como mi corazón agolpa la sangre en mi sien, palpitante. La razón de tanta agitación no tiene importancia. Sólo seguir avanzando la tiene. "Corre... corre... no te detengas", pero mi pecho se aprieta con la angustia, con el cansancio de tantos cientos de metros recorridos desde que comenzara a correr. Algo comienza a congelarse dentro de mi, mientras mi corazón late más rápido con cada zancada que doy. El centro, el núcleo mismo de mi ser se hiela y duele con la potencia de un grito ahogado.

La ropa está empapada, la humedad de la lluvia toca todo mi cuerpo. Sin clemencia, consigue enfriar mi piel al punto que ya no siento nada. No siento las gotas chocando contra mi cara, no siento mis dedos, ni mis pies golpeando el suelo incesantes en su carrera. ¡Lo he conseguido! No siento nada.

Pero acaso... ¿era este mi objetivo cuando comencé a correr?

Es que no lo recuerdo. Corro desde que comenzó la tormenta, desde que vislumbré el primer rayo, desde que resonó el primer trueno, desde el instante mismo en que una gota de agua tocó mi cabeza. Sin detenerme, porque sólo así lograría alejarme, ¿o era acercarme? No... que frustración, no recordar la razón por la que corro.

Los pies simplemente dejan de moverse. En seco. La mente no sabe donde está. Miro al piso fijamente, concentrándome en recordar. No tendría sentido seguir si no se la razón ¿o quizás si?
Recuerdo una cosa importante. A veces hago cosas sin pensar, sin razón alguna. Si... eso es. Los pies encuentran una razón válida para continuar su carrera, cual caballos que saben llegar a casa con el cochero dormido en el carruaje. Pero la mente inquieta no abandona la razón final de tanto correr.

En un segundo de ahogo intento respirar profundamente. El frío se hace más intenso dentro de mi pecho. El dolor se agudiza. ¿Dolor? No estaba ahí hace unos minutos, pero no dura demasiado. Desaparece rápidamente en un lugar remoto. Ya no corro bajo la lluvia, ha sido un instante de descuido, nada más... El lugar ahora no me es familiar, ya no llueve. Aquí la ropa está seca, mi corazón se siente en mi pecho tranquilo, no hay necesidad de correr, el dolor se fue. Mis ojos tardan en acostumbrarse a la intensa luz que me rodeó de pronto. Calidez. Un abrazo.

Preguntarme de quien son los brazos que me sostienen es inútil. Mi mente no razona, sólo sabe que se siente a gusto. No hay frío, sólo ese calor de esos brazos tan amorosos. Abrir los ojos sería suficiente, pero no puedo ¿o no quiero?... me quedo, me abandono. Me encuentro en el lugar seguro que buscaba al inicio de la tormenta.

Si, eso buscaba. Un refugio.

Estamos a mitad de la tormenta, en un claro inclemente de un bosque. Nos moja la misma agua, nos enfría el mismo hielo, nos cobija el mismo abandono. Pero estamos a salvo. Finalmente.

lunes, 11 de julio de 2011

B-day...
debería estar feliz no? quizás debería ser un día especial?
es un día más :/
y aún peor porque apenas creo que he avanzado, en realidad he retrocedido 20 veces lo avanzado... no podré disfrutar del día si sigo así...
Ooh! pero no dejaré que se me amargue el día! no señor!! saldré, quizás visite a alguien por ahi, quizás sólo sentarme en un parque a mirar los árboles sea suficiente o no?
Algo haré y estaré bien.

Desde hoy comienza el resto de mi vida, un cambio tan radical que quizás es el miedo lo que no me ha dejado disfrutar el día...

Respira, respira y espera, que nada está dicho aún.

domingo, 10 de julio de 2011

q mierda me hiciste!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

edito....
yo y mi yo interno estamos teniendo una discusión terrible... yo me culpo a mi otro yo... y yo también... D: maldita tonta q se deprime sola... y se cree con derecho a publicar en MI blog! já já já! no tan fácil... re leído y re editado, dejar de pelear conmigo... q siempre pierdo -.- es una mala influencia para mi -.-

viernes, 8 de julio de 2011

Sombría caminata

El camino se alarga bajo sus pies, la sombra incansable, agresiva, toca con suavidad su hombro desecho por la carga de un dolor incurable. Mira su mano, vacía, ¿por qué?... Lo sabe con certeza. Antes de que el camino se alargara y que la sombra se convirtiera en su fiel compañera, su mano llevaba algo, lo perdió por una razón, lo sabe. Y sigue caminando.

La sombra es su única compañía, le sirve como escondite en el largo camino que le queda por delante. En silencio recuerda una tonada, no le sirve de nada, así que la olvida de inmediato. Camina, siempre siguiendo el sendero pues si llegara a salir del sendero moriría sin duda al acecho de demonios extraños y horrendos, figuras que le aterran hasta el más profundo abismo de su ser. La sombra le protege de esos demonios... de esos demonios que conoce bien. Oh si... nada de eso le es desconocido, pero les teme de sobre manera.

La sombra se aclara un poco y mira al suelo. Su pie sale del sendero apenas unos centímetros, pero el siguiente paso lo dejará totalmente fuera de él. Un escalofrío le recorre la espalda, el siguiente paso es inevitable y esto le dejará a merced de las más oscuras criaturas. Si tan sólo pudiera arrastrar la sombra con su mano vacía, caminar con ella fuera del sendero. Sería suficiente para esconderse de ellos, escapar sin herida alguna. Pero la sombra obstinada decide soltarle... por primera vez, abandonándole en la inevitabilidad del paso siguiente.

Se detiene, no da el paso siguiente. El miedo le acecha desde un árbol cercano, le susurra cosas que nadie más podría oír jamás. Decide quedarse donde está... es eso o la muerte dolorosa e inevitable a manos de las más horrendas criaturas. Oh miedo a la muerte. Más aún... miedo a la muerte en el abandono de ese lugar tan solitario y lejano, quedándole tanto por andar...
¿Cerrar los ojos y tomar el último paso de su vida?, ¿Volver al camino, avanzar y seguir dañando su hombro con el roce suave de la sombra en él, acordándole su dolor incurable?, ¿quedarse ahí?, No sabe que hacer.

Un pseudo paso atrás. Con la mano temblorosa toca la sombra con su mano. La siente fría. La muerte ya no le parece tan horrible. Los demonios lo harán rápido sin duda, hambrientos por despedazarle... Una última bocanada de aire, la mano aún apoyada en la sombra. Aguanta la respiración y da el paso definitivo fuera del sendero. La sombra se queda lejos, el miedo ya no susurra, el frío y el dolor desaparecen. Ojos bien cerrados, pulmones llenos de aire, músculos tensos. Apoya el pie sobre... ¿un nuevo sendero?

martes, 5 de julio de 2011

Yo y yo

A veces camino por la calle y sólo converso conmigo, me digo cosas y me convenzo de realidades alternas con argumentos que sólo yo conozco y que sólo yo podría rebatir. Me hablo y me recuerdo lo bueno del día, me digo lo malo que hice, lo que no hice y debí hacer. Nadie me conoce como esa persona que me habla dentro de mi. Esa voz que es igual a la mía, pero nadie nunca la ha oído...
Me escucho hablarme, me digo que estoy bien y que no necesito variar mi esencia... estoy perfectamente así, no añadir, no quitar, no mover nada de nada. Me escucho y sonrío. Todo cambia, vértigo, rápido, giro, cambio.
Imposible permanecer invariada... pero yo y yo sabemos que intentaremos no cambiar nada y sabemos que intentaremos convencernos mutuamente.. yo te digo que estamos bien así... si, nosotras. Porque somos dos... la que me habla en silencio y yo, que le respondo.

Peleamos, nos insultamos, pero nos amamos finalmente. Somos dos. Yo y yo... me escucho y me ignoro, el cambio es inevitable. A 7 días del cambio más importante, una de nosotras tiene miedo. La otra, mira el cambio con una sonrisa. Somos dos...

Viviremos juntas, intentando cambiar, intentando permanecer igual. Incomodando una a la otra, para siempre inseparables.