miércoles, 24 de junio de 2009

La Ligua 2009...

Yo se... no tengo mucho control de las cosas que me pasan, de lo que siento ni nada de eso... Quizás ya terminé de volverme loca. Quizás simplemente me sobrepasa la ira en mi interior.
No tengo cara para pedir disculpas a los que he tratado mal. Por eso mismo ni siquiera lo intentaré, es más probable que vuelva a sentir lo mismo nuevamente al intentar hacerlo. Así que esto no es una disculpa, ni una justificación... simplemente mis descargos, intentando sentirme un poco mejor. Un afán egoísta que no busca llegar a nadie y a todos al mismo tiempo, pues quizás alguien se apiade de mi alma atormentada e intente ayudarme un poquito.

No puedo evitar que lágrimas invadan mis ojos recordando lo mal que me sentí. Más aún cuando se que mi conducta anterior me ha traído consecuencias hoy, para con la gente que aún me importa.
Pero no podría haber actuado de otro modo, sonreír y decir: "no importa" habría sido lo más cínico que podría haber hecho y dado que trato de ser una persona honesta, más que con los demás, conmigo misma, decidí dar rienda suelta a mis sentimientos. La pena y el pesar que me embarga no tiene un origen definido ni definitivo, es una mezcla de todo y al final desemboca en una ira descontrolada.

Gracias a Dios el fin de semana nadie se acercó a mi, de haberlo hecho no hubiese respondido de mis actos, y es que la violencia que me colmó el alma no tenía límites. Me reprimí y por eso lloraba... intenté no sentir rencor contra nadie, intenté no sentirme totalmente enfurecida, intenté ser cínica y esconderlo todo. Me fue imposible, no es mi naturaleza.

A veces pienso que soy un peligro para mi misma cuando estoy así... No hay nada más horrible que tener un millón de razones para estar bien y sin embargo desear morir. Porque no hay otra forma de decirlo... deseo morir, aún teniéndolo todo para ser feliz.

Estoy sola y en esa soledad está el único descargo posible para mi, dar rienda suelta a la furia y golpear algo, sentir dolor, romperme las manos golpeando una pared, o darme de puñetazos en las piernas, en la cabeza... y claro, la única explicación posible es que estoy loca y que finalmente he llegado al limite entre estar loca y cuerda.

Un poco volviendo a porque escribo estas líneas... El domingo, la Ligua... nada más decir eso ya me siento furiosa y con ganas de azotar el computador contra la pared. Un día sin comer prácticamente nada, excepto por el desayuno que yo misma fui a comprar... esperando paciente toda la tarde... TODA la tarde, teniendo millones de cosas que hacer en mi casa, deseando que llegara el momento que esperaba, con ansiedad y mucho ánimo... Estaba todo bien, incluso ignoré el vacío en mi estómago, todo para poder hacer un buen papel cuando llegara el momento.
Me sentía aún más animada porque a todos mis compañeros les estaba llendo bien, sentí que podría irme bien a mi también.
¿Cómo podría ser tan ilusa de pensar eso?
Como me arrepiento hoy de todo lo que pensé ese día, pero me arrepiento aún más de haber siquiera ido a ese viaje.
No creo poder seguir escribiendo, recordarlo me hace sentir peor aún... No se si puedo seguir conteniendo mis lágrimas, no se si puedo soportar vivir un día más con la frustración que hay en mi corazón, en mi alma, en lo más profundo de mi ser.

Ya no hay más palabras para explicarlo...